lunes, 27 de febrero de 2012

Renacimiento Carolingio: el arte del libro

Evangelio de Hurault (Reims, siglo IX)

La reorganización de las instituciones llevada adelante por Carlomagno da un lugar muy importante al escrito. Consecuencia de ello es la gran producción de textos que empezaron a organizarse en libros.

El libro en la época carolingia es un codex compuesto por varios cuade
rnos hechos con hojas de pergamino (confeccionados en general con la piel de animales) cosidos y protegidos por una cobertura. La medida es mediana. Este formato termina con el pergamino enrollado, facilitando el acceso al contenido.

Los manuscritos son producidos por escribas, laicos y religiosos, en los scriptorium de abadías y monasterios. La confección se hace paso a paso: primero aquel que organiza el texto, lo sigue aquel (o aquellos) que lo escribe, continuando por aquel que hace la Miniatura, y terminando con aquel que compagina el cuaderno. Todo este trabajo es supervisado por
un jefe de obras.

La estética del libro carolingio es un reencuentro entre la herencia romana y la influencia de los puebos germánicos. Distintas escuelas se han expandido durante este período, cada una manteniendo sus propias características. La diferencia que radicaba en cada una era acorde a la zona producida y a las influencias recibidas.

Escuela Palatina: se trata de la escuela encargada del palacio en Aix-la-Chapelle, donde se encontraba el Emperador. Esta escuela producía obras litúrgicas de prestigio, y mostraban la preocupación por parte del Emperador por perpetuar la tradición greco-romana. Los artistas, influenciados por el arte bizantino, daban prueba de una gran riqueza por la variedad de los recuadros, pinturas de hoja completa, letras adornadas, etc. La tinta dorada era muy usada.


La imagen precedente es una pintura de hoja completa proveniente del Evangeliario de Godescalco (aprox. 782). En él se observa la representación de Cristo en majestad, como se llama la posición en la que se encuentra sentado en un trono. La misma es una influencia de la pintura romana. Su aureola es representada en tinta dorada, influencia del arte Bizantino. Su mano derecha está en posición de bendición, es decir, con tres dedos arriba (lo cual también representa la Trinidad). En su otra mano sostiene una Biblia. Detrás, en el paisaje, se observan dibujos abstractos o florales, provenientes del arte celta. Aquí notamos entonces lo dicho en entradas anteriores: el arte romano se mezclaba con el arte de las culturas germánicas.

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